5 claves para dominar el arte de negociar

5 claves para dominar el arte de negociar

A todos nos toca en algún momento de nuestra vida negociar, y posiblemente según cómo lo hagamos ganaremos o perderemos grandes cosas. Mejor que no nos tome por sorpresa y aprendamos a negociar con éxito.

Bien dicen que negociar es un arte, requiere del desarrollo de diversas habilidades hasta que realmente podamos decir que lo dominamos. Y es justamente ahí donde está la clave, en conseguir ser unos expertos de la negociación, para comenzar en una posición de ventaja y para siempre estar un paso más cerca de lograr lo que queremos conseguir.

Es cierto que cada negociación es diferente, también es verdad que va a depender mucho de la persona con la que estemos negociando y del tipo de acuerdo al que queramos llegar, sin embargo, hay algunas recomendaciones que puede seguir para convertirse en un negociador estrella.

Conocimiento: gran parte del éxito de la negociación se obtiene antes de que la misma comience y es que en una negociación la premisa “la información es poder” se vuelve aún más real. Procure conocer todo sobre su contraparte, incluso a nivel personal, esto le permitirá encontrar puntos en común, puntos débiles, temas a evitar y saber hasta dónde puede llegar.

Preparación: en base a ese conocimiento previo y a esa información recolectada procure armar diversos escenarios con las posturas que anticipe que su contraparte pueda tomar y cómo va a reaccionar usted ante ellas. Elabore un plan y decida cuál será su postura, pasivo o reactivo, no es necesario que sea la misma durante toda la negociación, puede elegir usar un mix según a dónde se dirija la discusión.

El don de la palabra: generar empatía desde el primer momento y procurar tomar el curso de la conversación le será de gran ayuda. Hable con seguridad, pero con calma, no atropelle las palabras. Utilice un tono conciliador y en la medida de lo posible de cómplice, trate de crear un ambiente de confianza, en el que la otra persona se sienta cómoda, esto le ayudará a cortar un poco la tensión y hacer más fluida la negociación.

No se deje llevar: es posible que la negociación tome un curso acalorado o que por alguna razón, su contra parte trate de presionarlo. Es importante que trabaje con la mayor inteligencia emocional posible y no deje que la situación lo controle. No eleve la voz, no pierda la concentración y mantenga siempre en mente su objetivo. El tiempo aquí es su aliado, no hay apuro, al contrario, quien se canse o se desgaste primero suele ser quien más pierde.

No tire la toalla: el objetivo de una negociación es lograr algo que no se tenía previo a la negociación. Pero recuerde, que no solamente usted es quien desea algo y quien se planteó un objetivo, la otra parte también tiene en mente una meta. Así que no intente salir ganador absoluto de la discusión, por lo general ambas partes deben irse con un acuerdo satisfactorio para sus intereses. Haga concesiones, ceda en algunos puntos (procure llevarlos previamente establecidos) y así la otra persona sentirá que está recibiendo y que por lo tanto también debe dar algo a cambio. No se levante de la mesa sin un acuerdo, a menos que sea estrictamente necesario porque la otra parte quiere aprovecharse.

 

 

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