La economía a veces va mal, y otras muy bien. Para los momentos sencillos, los consejos parecen sobrar pero para los duros, bien vienen algunos consejos. A continuación les presentamos algunas recomendaciones financieras para enfrentar tiempos cuesta arriba.
1. Antes de endeudarte, paga lo posible. Si necesitas endeudarte, es importante que salgas del resto de las responsabilidades que tengas. Esto te dará tranquilidad mental y no pagarás por acumulación de intereses. Tener finanzas sanas es la mejor receta anticrisis y una gran alivio sicológico.
2. Siempre ten reserva. La clave es que el dinero que asignes a tu reserva tenga liquidez inmediata (es decir, que puedas disponer de él con rapidez). Será tu colchón de emergencia ante una caída en las ventas o en la capacidad de pago de tus clientes.
3. No a todos les va mal. En épocas de crisis no todos pierden. Por el contrario, muchas industrias se están viendo beneficiadas por la baja en el gasto de muchos consumidores. Será importante aprender a identificar qué negocios van bien y busca cómo acercarte a ellos.
4. El corazón para segundo plano. Ninguna crisis es buena para soltar las emociones, en especial si van a manejar tus decisiones financieras. Si tienes acciones, intenta no venderlas.
5. Piensa en el largo plazo. No dejes que los problemas financieros de corto plazo repercutan en tus planes de largo aliento. Ni en lo familiar ni en lo empresarial. No te olvides de tus finanzas personales y nunca dejes de ahorrar para tu fondo de retiro (sea cual sea el mecanismo que hayas elegido). Y tampoco dejes de invertir en tu negocio. Busca no sobreendeudarte y trata de financiarte con el proveedor.
6. Concéntrate en lo más importante. Este tema debe ser parte de la (re)definición de tu plan de negocios. Si ves que tu liquidez comienza a disminuir producto de la crisis (porque no te pagan a tiempo o porque no vendes), es el momento de estudiar qué tareas pueden no ser realmente necesarias.
Reduce costos, pero no bajes la guardia con los proyectos que pueden darte una ventaja competitiva en el futuro. Recuerda que para tener unas buenas finanzas es importante practicar y ser constante.